miércoles, 22 de febrero de 2006

Lubumbashi

Lunes 20 de Febrero

Cinco de la mañana. Hora de despertarse. Lunes ocho y media. Hora de despegar. Rumbo: Lubumbashi, provincia de Katanga, República Democrática del Congo. Por cierto que de aqui es originario el KFC (Katanga Fried Chicken). Desde el avión se ve una gran “villa” rodeada de bastas extensiones sin cultivar. Aún virgen. Desde el avión se ven casas con piscinas, calles organizadas. Desde el avión no se ve nada de lo que te vas a encontrar más abajo...



Al lado de la pista de aterrizaje hay niños jugando. Nos bajamos del avión y nos está esperando un “jefe de protocolo”. Un jefe de protocolo es un tío local, al que le das 100 dólares americanos, coge tu pasaporte, entra por una puerta y tu te vas por otra tan pancho. Al día siguiente te devuelven el pasaporte con tu visado. Nota mental, en el Congo todo y todos tiene un precio.

Camino al hotel, me doy cuenta de lo que es un país devastado por la guerra. Las calles no son calles. Son surcos de hasta casi medio metro en la tierra roja. Las casas están en ruinas. La universidad es una pared apunto de caerse. Hay muchísima gente por la calle, andan de un lugar a otro y uno se pregunta si van o si vienen o simplemente no tienen nada mejor que hacer. También hay mucho ruido. Los taxis comunes se van parando y gritando a voces los destinos.

El hotel está bien. Es normalito para el país. Cutrecillo para Europa.


El lunes tenemos que ir a Kasumbalesa, en la frontera con Zambia. La carretera es el único punto de acceso del Congo con el exterior en muchos kilómetros. Son 97 kilómetros de baches, de chabolas en las cunetas, de gente en bici y gente a pie. También se ven hormigueros que salen a la superficie hasta alcanzar los 2 metros.

Kasumbalesa es un caos. Hay unos 200 camiones esperando para cruzar la frontera. 200 camiones esperando a sobornar para poder pasar.

Martes 21 de Febrero

Otro bonito día en el Congo. Tengo la cara completamente roja y me estoy empezando a pelar. Espero que las tropas rebeldes no me tomen por un lagarto y me torturen hasta que les diga donde esta la nave nodriza..

El martes vi algo que no deseo a nadie ver. Visitando a unos clientes, en un fábrica acotada por vallas de seguridad y protegida por un buen numero de policía privada armada, un malentiendo provocó que la policía del gobierno saltara las vallas y entrara en el recinto. A esto, tanto los trabajadores como los “seguratas” respondieron con piedras y amenazas. En pocos segundos la violencia escalo más lejos de lo que debería haber ido. Policía apaleando a un segurata en el suelo, trabajadores tirando piedras. Nosotros nos atrincheramos detrás de un Jeep. Las piedras volaban por encima de nuestras cabezas. Disparos de metralleta al aire. Mal, mal rollo. Al poco tiempo se calmo todo un poco. Nos subimos en nuestro “blindado” un Nissan del año 83 con un plástico por luneta trasera, suspensión en el garaje y olor…. Olor muy malo. Balance, un segurata mal herido para nade grave..

Es un país muy difícil. Todo funciona a base de sobornos. Por cierto, que yo llevaba en el bolsillo unos 10,000 francos congoleños en billetes de 100, lo que vienen a ser unos 25 dólares americanos… Por las calles se ven los Jeeps de la ONU, de Caritas, de Médicos Sin Fronteras… pero no se sabe hasta que punto su labor ahí va a cambiar la situación…

Miércoles 22 de Febrero

Vuelta a Jo’burg.


No tengo muchas más fotos... Por razones de seguridad, es mejor no hacer fotos en un país como el Congo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Manu muchisimo cuidado por ahiiiiiiiiiiiiii!!!!

Me das muchisima envidia por todos los sitios q estas vistando me alegro un monton!!

Pero cuidate mucho en serio ok?? y siguenos contando!

Muak!

Bea

Anónimo dijo...

Looks like you are having a blast, take care of yourself though, we miss you ,cia

Anónimo dijo...

¿donde se te pusieron los cataplines?
un besote madrina