Miércoles 29 de Marzo – 13 horas
Aeropuerto Internacional de Johannesburgo (otra vez) pero esta vez no estoy solo, esta vez comparto sala de espera con papá Arnau. Estamos esperando el Boeing de Kulula.com que nos llevará a Cape Town o Ciudad del Cabo, como queráis. No sé como se dice en Afrikáans… kukula.com suena a barato y lo es, es la compañía “low cost” de British Airways.
A las seis de las tarde aterrizamos en El Cabo. Solazo y buena temperatura, tirando hacia lo alto. Recogemos el Corsa sin dirección asistida y sin aire acondicionado y sin radio y sin…. tantas cosas más… y nos vamos en busca del hotel. Llegamos al hotel, que esta colgado de un precipicio, de hecho hay que bajar a las habitaciones en vez de subir, como suele ser lo normal. El hotel no es nada del otro mundo, al final cambiamos de hotel a otro mejor a los dos días. Pero lo que si que tenía era una vista espectacular del mar y del atardecer. Véase foto como referencia. (ADP, como te decía…..)
Por la noche vamos a dar una vuelta por el puerto, más en concreto por lo que se conoce como el V&A Waterfront (El Waterfront de Victoria y Alfredo). Nos esperábamos, o yo por lo menos, un muelle colonial, con sus redes de pescar tiradas por ahí, el olor a pipa de capitán ballenero y el pescadito frito preparado ya en la mesa… Sin embargo, la realidad es bastante más distinta, la realidad es un Mall enorme, lleno de todas las tiendas que hay en todos lo Malls del mundo y nada de pescadito frito, nada de redes y en vez de capitanes balleneros, ballenas americanas, pero a estas no las quiere cazar nadie…
Esa misma noche, y como hemos venido, por pura coincidencia, en la misma semana que el festival internacional de Jazz, nos “tragamos” una buena traca de fuegos artificiales, deleite de las masas.
Amanece con una solana de las que hacen historia. Dejamos la ciudad rumbo al interior a la tierra del vino, aquí la llaman “Wineland”, a catar los vinos locales. En plan la peli, la de Sideways, pero en vez de California, en África.
Conducimos por un rato y llegamos a Stellenbosch, que viene a ser la capital de la región. Un pueblo muy muy bonito, con sus casas coloniales blancas, sus paseos y su tranquilidad. Un paisaje que quita el hipo y unas ganas de venir a jubilarse aquí el año que viene…
Por esta zona hay unas 100 granjas de viñedos, en las que puedes parar y pretender hacerte el experto y salir de todas diciendo “pues como un Rioja no hay nada…” pero como no hay tiempo para hacer las 100 paramos en 2.
Entrar en Roistenberg es entrar en la casa de la pradera o en la casa del abuelo de Heidy o en cualquier casa de serie americana en la que todo el mundo es feliz. El camino de acceso, el paisaje, la casa principal, la bodega. Todo esta sacado de una postal del paraíso. Todo es perfecto, todo esta cuidado, milimetrado, menos el vino, que no es un buen Rioja…
Un poco mas adelante, y subiendo por una colinita, llegamos a la segunda parada programada. De esta granja, lo que mas impresiona es la vista y los viñedos, con un color rojo fuego y las viñas ya en el duelo preparadas para la recolecta. El vino, también, a mil años luz de un buen Rioja…
Para comer nos dirigimos a la siguiente parada, Franschhoek. Un pueblo más pequeño que Stellenbosh y a mayor altitud. Nos es tan impresionante como el primero, ya que básicamente la vida se centra en torno a la calle principal que viene a hacer las veces de carretera general.
Por la tarde volvemos a Ciudad del Cabo, pero por otra dirección. Cruzamos un puerto de montaña bastante impresionante, pero tampoco increíble. Nos cruzamos con una filmación de anuncio de Land Rover, por si luego veis el anuncio y os preguntáis “donde narices rodaran estos anuncios…” íbamos dirección a la costa de las ballenas (Whalecost) pero como no es época de ballenas y estaba un poco lejos, atajamos a Ciudad del Cabo por la costa Indica, con parada en la playa de Strand, primero en la tienda para comprar trajes de baño, y luego en la playa para darnos un bañito. La playa no era muy bonita, un poco Torrevieja o por lo menos donde nos bañamos, por que luego seguimos un poco más para delante, ya de camino a casa, y nos encontramos con dunas de arena y plan Tarifa. Una pena no haberlo sabido antes.
Hasta Ciudad del Cabo, la carretera va tan pegada a la costa, que a veces la carretera se mete dentro de la playa, o la playa dentro de la carretera, y un carril se queda casi bloqueado por la arena. Impresionante.
Llegamos al Cabo, y entramos por la zona bien. Chaletazos y todo lo demás. La niebla desde el Atlántico empezó a crecer y caía como ríos de lava por la ladera de la montaña. En unos minutos bajo la temperatura y no se veía a 100 metros.
Viernes 31 de Marzo
Tercer asentamiento colono en Sudáfrica y gran puerto pesquero y base naval. Esto es más parecido a lo que yo me estaba esperando. Las casas coloniales, las redes en el puerto y el olor a pipa. Ahí van unas fotos :
Un poco más hacia el sur, unos 2 kilómetros más al sur, para ser exactos, se encuentra Boulders Beach, que no es ni más ni menos que una playa conquistada por pingüinos. La arena es blanca como la nieve, de ahí puede venir el fenómeno migratorio, y el agua azul turquesa. Todo un lujo. Aquí vienen los pingüinos “bien”. Todo es idílico, el sitio, la temperatura y los pingüinos, que dan ganas de llevarte uno a casa… pero el olor es casi insoportable!
Aquí llegamos, al final del mundo, a medio camino entre Madrid y el Polo Sur, para que os situéis en el mapa. A la izquierda el Indico, a la derecha el Atlántico. Estremecedor pensar en donde estás en esos momentos…
Un poco más abajo y en los dominios del mismo parque natural, esta Cape Goodhope (cabo de Buena Esperanza) muchas veces confundido con el lugar de encuentro de los dos océanos. Y para contar toda la verdad, los dos océanos, oceanográficamente hablando, se juntan en Cape Agullus, que está unos 300 kms más hacia el Este… pero bueno, para la historieta, me vale Cape Point…
Volvimos por la misma carretera de peaje que habíamos cogido con niebla por la mañana, pero sin niebla. Y las vistas son de las que quitan el hipo!
Esta playa es Kometje, por la que se pueden dar largos paseos en caballo, al que le guste montar a caballo.
A la vuelta, como hacia tan bueno y el agua se veía tan azul y tan apetecible, estuvimos buscando alguna playa donde bañarnos. Las que venían en la guía o no nos gustaron o no las encontramos, pero yendo por la carretera, paramos el coche en la cuneta y ahí estaba: desierta, con su arena blanca, su agua turquesa, sus dunas y su nulo número de ocupantes. Así que ahí bajamos, ahí nos bañamos, ignorando los posibles escualos blancos y las gélidas temperaturas y allí echamos la tarde, como pioneros, por que ya sabéis que la gente va donde va Vicente, y al rato empezaron a parar coches y turistas y sufistas bajaron a quitarnos la sensación de Crusoés. Había una olita, pero no era de las que ponen los dientes largos, ni mucho menos.
Algunas fotillos del atardecer a las afueras de Ciudad del Cabo :
El puntito que se ve es el teleférico...
AM - Desayuno en el Waterfront
Sábado por la mañana. Compramos los billetes para el catamarán que va a Robben Island, el Alcatraz de Sudáfrica. El barco no sale hasta las 11 y son las 10. Así que un buen desayuno en el puerto es lo mejor para matar el tiempo. Y lo mejor para no aburrirse mientras uno desayuna es ver a las focas o lo que sea... nadando tranquilamente por las aguas portuarias…
AM - Robben Island
Robben Island está a media hora en barco del Waterfornt. Es una isla de unos 8 kms de diámetro con la famosa cárcel donde estuvo Nelson Mandela y demás revolucionarios de color. En sí, la visita no tiene nada en especial. En un autobús te dan una vuelta y te explican un par de cosas y un par de anécdotas y luego un ex presidiario te enseña la cárcel por dentro. Lo más interesante, me pareció a mí, es una pequeña cueva en una mina de Limostia donde los presidiarios hacían trabajos forzosos. En la cueva comían y evacuaban, pero además se enseñaban unos a otros y se conoce ahora como la “universidad de Robben Island”. También se dice que las bases para la actual constitución se discutieron allí. No sé si durante los momentos de alimentación o los de des-alimentación…
Por la tarde, nos dirigimos a Table Mountain, el símbolo de Ciudad del Cabo. Se sube en un teleférico que va rotando sobre si mismo mientas sube o baja. En varios lugares y bien a la vista se deja constancia de que la tecnología utilizada es Suiza…
Una vez arriba, la vista es increíble. Table Mountain sube hasta los 1,000 metros por encima del nivel del mar y esta a poco más de 400 metros de distancia del Atlántico. Es una meseta elevada (lógicamente) perfectamente llana. Es un mirador natural perfecto. Como si la tierra nos haya regalado este montículo para admirarla.
Por la matina paseo por la ciudad. Solo quedan algunos edificios "históricos". El resto no es nada bonito. Edificios tipo NYC de los 20's, edificios stalinistas, edificios tipo Benidorm...
Por la tarde toca playa. La misma que el primer día pero a la zona bonita de dunas. El Agua estaba buenísima!
Lunes al aeropuerto con cambio de avión y de compañía área incluida. Trabajo en Jo'burg y luego mudanza a casa compartida. Se acabo el hotel.
Seguiré contando más cosas. El sábado voy a una Braai en casa de mi compi de trabajo y si todo va bien en Semana Santa a Namibia, pero no soy muy optimista...
5 comentarios:
Hola Manu! Impresionantes fotos. Me gustaría que contaras en tu blog qué haces en tu vida, que debe ser nuy interesante. Estás todo el día viajando, o qué? De dónde eres. Yo apuesto que andaluz, pero no estoy segura. Seguiré visitándote porque me ha encantado el blog. No entiendo por qué no tienes más comentarios. Un saludo.
http:/traficodealmas.blogspot.com
Manu!!
Ya veo que te cuidas bien!! Menudo planazo, qué viajes...
Ya te escribiré despacito y te pongo al día porque lo tuyo lo voy sabiendo por el blog.
Un beso fuerte, Sofía
Aunque el resumen es magnifico,puedo asegurar que la realidad es aun mejor.Pasamos 5 dias maravillosos disfrutando de la naturaleza en estado puro...
Es una pena que Manu no mencione al magnifico fotografo que le inmortalizo en el fin del mundo, y que no es otro que papa Arnau,es decir,Chopo.
Aunque el resumen es magnifico,puedo asegurar que la realidad es aun mejor.Pasamos 5 dias maravillosos disfrutando de la naturaleza en estado puro...
Es una pena que Manu no mencione al magnifico fotografo que le inmortalizo en el fin del mundo, y que no es otro que papa Arnau,es decir,Chopo.
Aunque el resumen es magnifico,puedo asegurar que la realidad es aun mejor.Pasamos 5 dias maravillosos disfrutando de la naturaleza en estado puro...
Es una pena que Manu no mencione al magnifico fotografo que le inmortalizo en el fin del mundo, y que no es otro que papa Arnau,es decir,Chopo.
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